Embarcaciones

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Nosotros realizamos peritajes de valoración de embarcaciones, ofreciendo una opinión técnica profesional tanto para particulares como para empresas. Las valoraciones se llevan a cabo para obtener suficiente información para justificar o determinar un precio de mercado justo y razonable para cada embarcación o para causas judiciales.

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Las valoraciones normalmente son requeridas para hipotecas navales o préstamos, para aseguradoras, para testamentos, donaciones, sucesiones, repartos de herencias, recuperación de bienes, embargos o casos judiciales, investigaciones, o para establecer un precio de venta de la embarcación en una venta privada.

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Las valoraciones de embarcaciones, en la mayoría de casos, pueden llevarse a cabo a flote, asumiendo que la obra viva y los apéndices del casco están en buen estado. Este procedimiento es aceptado para la mayoría de circunstancias. La más precisa valoración de una embarcación sólo puede llevarse a cabo, conjuntamente con un peritaje completo de estado y condición.

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Este tipo de inspecciones son llevadas a cabo para evaluar la condición general de la embarcación, normalmente antes de concretar la compra, o con fines aseguradores.

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En ambos casos los defectos son registrados en un claro y detallado informe, juntamente con las recomendaciones para nuestro cliente, y su posible solución.

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Finalmente, los defectos encontrados y una conclusión dando una visión general del estado de la embarcación en relación a su edad, y la importancia de los defectos encontrados, son reflejados en el informe.

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En el caso de la inspección pre-compra el informe es particularmente general y extenso dando al comprador una buena idea para decidirse a ejecutar la compra o no. Este informe también es útil para poder negociar con el vendedor, teniendo en cuenta los defectos encontrados.

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Estamos habilitados para actuar como Peritos Navales en los Juzgados de España con una sólida base jurídica, necesaria para el perito náutico.

 

Actuamos tanto como peritos nombrados por cualquiera de las partes, como peritos nombrados por el Juzgado o Tribunal. Con ello pretendemos dotar  del mayor respaldo técnico en caso de litigio ante los Tribunales de Justicia.

Los principales clientes que pueden necesitar un perito judicial naval son: armadores de barcos, brokers náuticos, astilleros, varaderos, compañías de seguro, juzgados o tribunales de justicia, clubs náuticos, abogados maritimistas, empresas de custodia e invernaje de embarcaciones, marinas secas, y talleres o reparadores navales.

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En las embarcaciones, al igual que en los vehículos, encontramos distintos tipos de valor, que en síntesis son:

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Valor a nuevo o reposición: Es el precio total de venta al público en estado de nuevo de la embarcación, incluyendo recargos e impuestos legales que le hacen apto para navegar.

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Valor de mercado: Valor  de la embarcación, después de su compra. Este valor lo determinará el mercado de segunda mano en ese momento sobre ese especifica embaración, tomando valores medios de al menos seis ofertas similares. A este valor, se le aplicarán unas cantidades correctoras, dependiendo del estado del casco, el motor, el aparejo, las velas, los medios electrónicos de ayuda a la navegación, los equipos de radiocomunicación, los equipos de seguridad, antigüedad, etc.

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Valor venal: Valor de la embarcación a nivel de impuestos o valor fiscal, que viene determinado para cada embarcaión por unas tablas que anualmente publica el Ministerio de Hacienda en una Orden por la que se aprueban los precios medios de venta aplicables en la gestión del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones e Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte.

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Valor de afección: Valor venal más un tanto por ciento. Normalmente se aplica cuando existe una diferencia entre el valor venal, de mercado, y el de reparación o puesta a punto, y cuando la embarcación se conservaba en buen estado.

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Valor de restos: El valor que un comprador (sea desguace, particular, profesional, etc.), esté dispuesto a pagar por la embarcación que ya no puede navegar.

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